Los efectos que provocan las drogas son diferentes sobre nuestro sistema nervioso según los distintos tipos de drogas consumidas: unas son excitantes y otras, depresoras; unas aceleran nuestro funcionamiento mental, con el riesgo de aumentar los errores, y otras lo lentifican o lo distorsionan; otras producen alucinaciones o cambios en la percepción de la realidad.
El consumo de drogas tiene consecuencias en el funcionamiento normal de nuestro sistema nervioso y provoca una serie de efectos que alteran nuestras capacidades: modifican la manera de pensar, de funcionar, de relacionarse con los demás y de enfrentarse a los desafíos de la realidad. En definitiva, nos hacen menos protagonistas de nuestra vida.
Las drogas producen efectos negativos sobre nuestras capacidades físicas y mentales. Las consecuencias del consumo de drogas también pueden ser observadas en animales. Cuando una araña es expuesta a vapores que contienen LSD, su capacidad para construir la tela se altera de manera considerable.